06 Sep ¿Cuál es la razón para no comer carne en semana Santa?
La Semana Santa es una época de reunión familiar en la que el cristianismo recuerda la vida, muerte y resurrección de Jesucristo. Durante estas fechas, familias de todo el mundo se juntan para recordar su figura.
En la consecución de estos días, especialmente en Viernes Santo, la Iglesia recomienda la sustitución de carnes rojas por otro tipos de alimentos. Durante el Viernes Santo, se celebra lo que conocemos como la “Liturgia de la Pasión del Señor”, específicamente a las 15:00h, hora en la que señalan como la muerte de Jesús en la Cruz.
El consumo de carne durante estos días se relaciona con el cuerpo de Jesucristo, recomendando sustituirla por otros alimentos como el pescado.
Otra teoría señala que en tiempos antiguos, consumir carne roja era un proceso muy costoso, que solamente se podía realizar para la celebración de eventos importantes. Debemos tener en cuenta que la Semana Santa es una etapa de reflexionar sobre la vida y muerte de Jesucristo. Además, Jesús llevo una vida muy sencilla, en la que los alimentos principales eran mucho más austeros.
Respecto a la elección de comer pescado en Jueves Santo y Viernes Santo, nos remitimos al Evangelio de San Lucas, en el que habla del milagro de Jesús, en el que multiplicó los panes y los peces, para alimentar a la hambrienta población.
La historia de esta tradición viene de lejos. En el siglo V aparecen los primeros vestigios de los ayunos realizados en Semana Santa, donde personajes célebres de la época explicaban que dependiendo de las personas, lo más común era la realización de un ayuno en Viernes Santo que duraba hasta las 3 de la tarde.
Durante el siglo XVIII, la norma general era la de evitar el consumo de carne, leche y huevos en Miércoles Santo y Viernes Santo. En la actualidad, la norma de obligación se ha relajado, y la Iglesia Católica recomienda voluntariamente su aplicación, siendo el Viernes Santo el día establecido para sustituir las carnes por otros alimentos.
El Evangelio según San Mateo nos recuerda también los 40 días que Cristo pasó en ayuno en el desierto, un ejemplo del sacrificio que hizo y un motivo más para recordarle en Semana Santa, una época de reunión familiar, sencillez y recuerdo a la vida ejemplarizante de Jesús.
No Comments