El Santo Rosario

El Santo Rosario

El rezo del Santo Rosario se conoce desde la Edad Media. Con él se transmitían los misterios de la fe. Pese a que no hay certezas de su origen, parece ser que fue Santo Domingo de Guzmán (1170-1221), fundador de la orden de los Dominicos, quien empezó el rezo del Santo Rosario. La tradición afirma que se le apareció la Santísima Virgen María y le dijo cómo tenía que rezarse el rosario. Algunos estudiosos actuales piensan que se rezaba ya antes de Santo Domingo, pero fue él quien difundió el rezo parecido al actual y el que impulsó su devoción.

Rosario significa Corona de Rosas, y antiguamente hasta el 2002, estaba formado por tres misterios: Gozosos, Dolorosos y Gloriosos. El 16 de octubre de 2002, El Papa Juan Pablo II añadió otro misterio más, llamado Luminosos. Cada uno de estos cuatro misterios recuerda cinco pasajes de la vida de Jesús.

El rosario es un rezo tradicional católico que conmemora veinte pasajes de la vida de Jesucristo y la Virgen María, recitando después de anunciar cada uno de ellos un padre nuestro, diez avemarías y un gloria al Padre. Es frecuentemente designado como Santo Rosario por los católicos.

Los últimos papas han sido fervientes oradores del rosario. Existen tres documentos papales recientes: La encíclica “Grata Recordation” del Papa Juan XXIII, la “Exhortación apostólica Marialis Cultus” de Pablo VI y la “Carta Apostólica Rosarium Virginis Mariae”.

En las apariciones de Fátima, Lourdes y Medjugorge, la Santísima Virgen María insistió en la importancia de rezar el rosario con el corazón y con mucha fe.

El rezo del Santo Rosario fortalece la vida cristiana y concede gracias especiales que la Madre de Dios prometió a la humanidad.

Para rezar el rosario es conveniente estar en un lugar adecuado donde haya silencio, evitando en lo posible las interrupciones innecesarias, de forma que puedas permanecer en sintonía con el corazón de Jesús y María.

El Rosario es una oración contemplativa, por lo que más importante que las palabras que usemos, es la predisposición de nuestro corazón para contemplar cada uno de los misterios que se van rezando. Si te es posible, puedes ayudarte de imágenes que te inviten a meditar cada pasaje de la vida de Cristo y María, evitando en lo posible las distracciones.

Se puede aprovechar cualquier situación para rezar el rosario, mientras caminas o vas de viaje. El rosario puede rezarse siempre y en todo lugar. Siempre que te sea posible, debes usar el rosario físicamente. También se puede usar la música para encontrar la paz si se ejecuta en un segundo plano.

Es conveniente recurrir al rosario para pedir por las intenciones del Papa, por aquellos que sufren, por los que están enfermos o están atravesando alguna situación difícil en su vida, por los cristianos perseguidos, por un amigo.

Una letanía es una oración que en el cristianismo se realiza mediante una enumeración e invocando a los santos, la Virgen María o Jesucristo, como mediadores. En las letanías a la Santísima Virgen María, no te distraigas, medita cada una de ellas y verás qué cosas más bonitas se dicen a la Virgen María, y se le pide que ruegue por nosotros.

Si decides rezar el rosario, rézalo todos los días del año. No se hace pesado, sólo se tardan veinte minutos, y una vez que te hayas acostumbrado, estarás alegre y feliz de haber adoptado esta devoción tan maravillosa.

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